El contador de energía, el eslabón fuerte de la gestión energética de sus instalaciones
En un contexto de aumento constante del precio de la energía y en el que la gestión de los recursos energéticos es una prioridad medioambiental, analizar y controlar el consumo de energía se convierte en algo esencial en los sectores residencial, terciario e industrial. Se trata de un reto económico de gran envergadura para reducir el desperdicio de toda la energía consumida por las instalaciones y los equipos y mejorar la eficiencia energética de los edificios. Por lo tanto, el contador de energía desempeña un papel fundamental a la hora de identificar las fuentes de pérdida y consumo excesivo y optimizar la eficiencia de las instalaciones.
Función del contador de energía
Si bien, en un principio, el contador de energía se utilizaba principalmente para la refacturación por parte del proveedor de energía, hoy en día su función es muy diferente. De hecho, se instala en cuadros y armarios eléctricos para identificar y localizar los puntos de consumo que más energía consumen, en particular la calefacción, la iluminación y la ventilación/climatización en los edificios.
Los contadores de energía, monofásicos para uso residencial o trifásicos para uso industrial, tienen una función muy diferente a la de los contadores eléctricos. A veces se les denomina subcontadores porque se instalan después del contador eléctrico general.
Instalados antes de un circuito, miden la cantidad de energía consumida en él por todos los equipos a los que están conectados. El objetivo es obtener una visión precisa del consumo y aplicar soluciones adecuadas para reducir la factura. Los industriales lo han entendido perfectamente. El ahorro energético constituye una verdadera palanca de competitividad: cuanto menos consumen, más reducen sus costes de producción.
El contador de energía y la transición energética
Con la implantación de las normativas energéticas, especialmente en el sector terciario, el contador de energía es la solución para cumplir con las obligaciones impuestas. De hecho, la RT2020 para el sector residencial y la RE2020, el dispositivo Éco Énergie Tertiaire (o decreto terciario) y el decreto BACS (Building Automation & Control Systems) para el sector terciario y la industria, establecen prioridades importantes:
- Reducir el impacto de carbono de los edificios nuevos
- Seguir mejorando su rendimiento energético
- Reducir su consumo energético anual.
Tecnologías avanzadas y contadores inteligentes
Conocer la energía consumida por los edificios mediante sistemas inteligentes de medición y seguimiento de la energía se ha convertido en algo indispensable. Los contadores de energía, con un rendimiento y unas funcionalidades cada vez más amplias, responden perfectamente a los retos energéticos actuales.
Desde un simple contador de kWh para ahorrar energía, un contador certificado MID para la refacturación o un contador multifunción para una gestión avanzada de la energía, la oferta es amplia y se adapta a cada necesidad y aplicación.
Los contadores inteligentes, también llamados contadores comunicantes, ofrecen parámetros de medición avanzados:
- kWh totales y parciales para conocer el uso del consumo
- Medición de cuatro cuadrantes para diferenciar el consumo de energía
- Identificación de la energía suministrada y la energía recibida
- Reducción de las penalizaciones relacionadas con la energía reactiva
- Parámetros complementarios (P, Q, S, 3xI, V, PF, F) para supervisar el equilibrio de la red
Multitarifas, alarmas de superación de los umbrales de consumo, pantalla gráfica, entradas lógicas para el funcionamiento de contadores (agua/aire/gas/electricidad/vapor), puertos de comunicación para transmitir los datos a sistemas de supervisión o gestión de la energía, los contadores inteligentes se integran en todas las aplicaciones sencillas de gestión de la energía.
Los contadores de la serie 9 de Schneider Electric con la gama iEM contribuyen a que las instalaciones de sus clientes consuman menos energía gracias a un mejor seguimiento del consumo.
Instalación de un contador de energía: ventajas económicas y medioambientales
La instalación de contadores de energía en los cuadros eléctricos permite, ante todo, ahorrar en la factura. De hecho, esto es lo que incita a la mayoría de los actores del mercado, proveedores y consumidores, a equiparse.
Comprender mejor cómo se utiliza la energía, en qué momento y identificar los aparatos o las zonas en las que se puede ahorrar energía contribuye a la optimización de los costes energéticos.
Equipados con alarmas de umbral, los contadores evitan el exceso de consumo y, por lo tanto, minimizan los costes y las penalizaciones asociadas.
La precisión de los contadores, clase 1.0 y 0.5S para la medición de la energía activa, garantiza una facturación precisa, lo más cercana posible al consumo real.
Por último, la supervisión del consumo mediante contadores inteligentes contribuye a la aplicación de prácticas más sostenibles:
- Formación del personal en gestos ecológicamente responsables
- Implantación de un sistema de gestión de la energía
- Apagado de la iluminación de oficinas, escaparates y fachadas por la noche
- Uso de máquinas y equipos que consumen menos energía
Retos y perspectivas
La crisis energética no es inevitable y, sobre todo, existen soluciones para hacerle frente. Los contadores de energía son el primer eslabón de una cadena completa de dispositivos dedicados a la gestión de la energía. Además de los importantes ahorros que permiten, sobre todo en la industria, también mejoran la productividad de los empleados gracias al uso de máquinas que consumen menos energía y son más eficientes. Asimismo, fomentan una mayor responsabilidad social que, gracias a los indicadores de medición de la energía, implica un poco más a los empleados en un uso razonable de la energía.
No olvidemos que la energía más barata y menos contaminante es la que no se consume.
